Hay ciertos términos que de inmediato provocan sensaciones
desagradables, la redacción es uno de ellos.
Mucha gente cree aun habiendo estudiando hasta nivel superior que no
aprendió a expresarse bien por escrito.
El primer paso para cambiar esto sería que se lo creyeran que si se lo
proponen lo puedes lograr, y que no solo los grandes escritores o maestros de
la escuela lo pueden lograr.
Para aprender a redactar el único obstáculo es la
terminología, por eso se ha incluido una “tabla de términos”. En ella el lector
puede encontrar definiciones básicas que le ayudaran a comprender lo que se desarrolla
en profundidad más adelante. Esto es las
categorías gramaticales.
Desde la cuarta edición de Redacción sin dolor se
incorporaron las nuevas normas ortográficas publicadas por la Real Academia
Española en 1999.
Redacción sin dolor pretende participar en el dialogo de
consenso, conversación y modernización.
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